El 11 de septiembre de 2001 , la compañía de servicios financieros Cantor Fitzgerald perdió a 658 de sus 960 empleados, casi dos tercios de su fuerza laboral, la pérdida de vidas más grande ocurrida para una empresa en la historia. Cantor ocupaba los pisos 101 al 105 de la Torre Uno , justo encima de la zona donde impactó el avión secuestrado. Howard W. Lutnick , Presidente Ejecutivo de la firma, salvó de morir, gracias a que tenía que dejar a su hijo de cinco años en el nido ( kindergarten ). En los días siguientes al trágico evento, no quedaba claro si la empresa podría recuperarse. Sorprendentemente, en solo una semana, Cantor logró volver a operar. Se perdió la mayor parte de los archivos, los discos duros y la capacidad tecnológica, recursos necesarios para cualquier institución financiera. La pronta recuperación se debió principalmente a la generosidad y compromiso de sus proveedores: Cisco envió una docena de camiones llenos de routers , cables y otros disp...