Desafíos para el profesional de la continuidad del negocio: ¿El huevo o la gallina?
La práctica de la continuidad del negocio viene realizándose desde hace varios años, tanto en el sector privado como en el público, en todo el mundo. A pesar de que su necesidad dentro de las organizaciones pueda ser racionalmente obvia —mejorar las capacidades para recuperar las operaciones críticas ante la ocurrencia de un evento severo de interrupción—, los profesionales de la continuidad del negocio siempre hemos enfrentado desafíos, que algunas veces nos han causado desánimo y frustración. ¿Cuáles son los más comunes y qué podemos hacer al respecto?
- Apoyo insuficiente (falta de atención, incluso) por parte de la alta gerencia, hasta que algo sucede
- Falta de presupuesto para las iniciativas del programa
- Designación de personal sin conocimientos o sin autoridad suficientes para las iniciativas del programa
- Decisiones sobre la implantación de estrategias de continuidad basándose solamente en el menor costo posible
- Planes de continuidad elaborados a partir de plantillas, solo para cumplir con tenerlos, sin asegurarse de que sean los más adecuados a cada situación
- Ejercitar los planes de continuidad o de recuperación ante desastres pero sin ningún elemento sorpresa o sin ningún sentido de urgencia
- Falta de comunicación entre personas y departamentos de la organización, quienes funcionan como islas en cuanto a la información que manejan
A pesar de que cada uno de estos desafíos requiere un análisis más profundo en el contexto de cada organización, particularmente creo que la clave está en encontrar la manera de generar valor —iterativo e incremental— y demostrarlo. Asimismo, vale la pena preguntarnos, como profesionales de la continuidad del negocio, si las metodologías y prácticas que venimos utilizando pueden estar contribuyendo a ese desánimo y frustración.
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